Este domingo pasado, tuvimos el privilegio de disfrutar una vez más nuestra ya tradicional "mejenga", un partido de fútbol lleno de compañerismo, alegría y, sobre todo, de hermandad en Cristo. Cada encuentro comienza con una oración, donde ponemos en manos de Dios nuestro tiempo juntos, agradecemos por la salud y el deporte, y pedimos protección para evitar lesiones.
El fútbol se ha convertido en un hermoso pretexto para reunirnos como hermanos en la fe, compartir un tiempo de ejercicio y fortalecer nuestros lazos como comunidad. Al finalizar el partido, el ambiente de hermandad sigue vivo mientras compartimos sobre el juego, aquello que debemos mejorar y como podemos aprovechar mejor el partido, recordando siempre que lo más importante es el compañerismo y la unidad que nos brinda el Señor.
Te invitamos a sumarte a nuestra próxima "mejenga". No importa si juegas o solo vienes a animar, lo importante es disfrutar juntos este espacio que Dios nos ha permitido crear para el crecimiento de nuestra hermandad entre varones.
¡Nos vemos el próximo domingo!
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