Este fin de semana tuvimos el privilegio de recibir a Dinu Petrache, quien nos visitó junto a su esposa Gabriela y su hijo menor Gadiel desde Turda, Rumanía, para compartir con nosotros un mensaje profundamente transformador titulado “La llave para cambiar”.
En su prédica, Dinu nos confrontó con una verdad que muchas veces pasamos por alto: todos somos imperfectos, y uno de los mayores pecados que cometemos es saber lo que es bueno y no hacerlo. Nos recordó que, aunque el camino del Señor no es fácil, Jesús vino a rescatar a los pecadores, a aquellos que reconocen que lo necesitan con desesperación.
Dinu destacó también la importancia de las autoridades espirituales en la iglesia, maestros y predicadores que Dios ha colocado para guiarnos a través de Su Palabra. No caminamos solos en nuestra fe. Estos líderes nos ayudan a comprender la Biblia, la cual es el poder de Dios para transformar nuestra vida desde adentro. Al creer en Cristo, confiamos en que Su Palabra tiene el poder de llevarnos a un cambio profundo y real en nuestras vidas.
Como cristianos, tenemos tres responsabilidades fundamentales:
1. Escuchar la Palabra: No solo oírla, sino prestar atención activa a lo que Dios nos dice.
2. Creer en la Palabra: Tener fe y aceptar las verdades de Dios como la base de nuestra vida.
3. Obedecer y aplicar la Palabra: No basta con saber lo que Dios quiere, debemos ponerlo en práctica diariamente.
Otro punto clave de la prédica fue la importancia de la humildad. Dinu nos instó a admitir que no podemos salvarnos por nuestros propios medios. El pecado es una carga enorme que nos aplasta, pero la llave para cambiar es humillarse delante de Dios, reconociendo nuestra necesidad de Su perdón. Citó la Escritura: “Si escuchares hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón” (Hebreos 3:15). No debemos endurecer nuestro corazón ni ignorar la voz de Dios, sino acudir a Su gracia y misericordia para dejar atrás nuestras viejas costumbres y comenzar a vivir en obediencia y santidad.
Este mensaje fue un recordatorio poderoso de que el cambio verdadero comienza cuando reconocemos nuestra debilidad y corremos hacia Dios, permitiendo que Su Palabra nos moldee y transforme.
Agradecemos a Dios por su palabra y por nuestro hermanos Dinu que la expuso en la congregación.
Puedes escuchar nuevamente esta predicación dando click en el siguiente enlace:
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